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SPOILER III

LEAN CON PRUDENCIA, VUESAS MERCEDES


Este artículo o sección ha sido procesado por La Hermandad y ha sido condenado por contener spoilers del Episodio 3. Sigan leyendo bajo su responsabilidad.
Si consideran que alguna información está mal situada, le invitamos a cambiarla.

“Se creó una máquina capaz de sacar al hombre de las tinieblas de la ignorancia.”

El padre de Leandra ha muerto de peste. Solo quedan ella y su hermano pequeño Fernando. Leandra decide sacar el cuerpo del difunto de casa por la noche para que nadie lo vea y no se enteren de que son huérfanos.

Zúñiga va a recoger a Mateo a la taberna, a quien encuentra ebrio y con una importante deuda por lo que ha bebido. Su amigo se lo lleva y Mateo confiesa que lleva meses sin dormir. Pregunta por su antigua imprenta y sus cosas y Zúñiga le explica que lo quemaron todo. Hombres de la Inquisición demandan la presencia de Mateo ante un nuevo cadáver. Zúñiga pide a Valerio que acompañe a Mateo, en su estado es mejor que alguien lo acompañe.

La asesinada es Lucina Utrera, la hija del capitán Utrera. Ha aparecido envuelta en un manto, con una estaca clavada y pelo negro en los dedos por la lucha. Mateo los ve y determina que el asesino no es humano, parece pelo de una bestia, como dijo el trabajador de la fábrica.

Van a casa de Lucina y les asombra ver que no hay ninguna imagen religiosa en la casa. Encuentran una baraja de naipes y su sirvienta les dice que si tienen alguna duda de su fe, la demostraba siendo muy generosa con la Iglesia, con la que tenía una buena relación.

Morata está hablando del acuerdo en la Sala de los Veinticuatro del Cabildo cuando se desmaya: ha contraído la peste.

El Administrador de Teresa le avisa de que hay que contratar a gente para la fábrica, que el número de trabajadores ha disminuido por la peste y el exilio. Le pide que se vaya de Sevilla, pero ella se niega. Teresa le pregunta por Eugenia, que lleva días sin venir y su Administrador le explica que la han echado de la Mancebía por trabajar de forma independiente. Van a buscarla esa noche y Teresa le ofrece un trato: si Eugenia acepta ser su modelo, le dará un trabajo.

Mateo habla con Baeza en la taberna en la que Lucina jugaba a los naipes. Le cuenta que tenía deudas y que las pagó con dinero falso.

Preocupado por los descubrimientos de su imprenta, Mateo pide a Arquímedes que la encuentre. Cuando la localiza, descubre que hay dos personas trabajando allí. Le explican que no saben leer, que lo único que hacen es publicar unos libros a nombre de Ledesma, pero que desconocen quién se esconde bajo ese pseudónimo.

Zúñiga tranquiliza a Alejandro de Dresdner, que se queja de que aún no ha logrado reabrir el puerto. Zúñiga le pide que le consiga unos documentos de limpieza de sangre para hacerlo poder hacerlo, es la única manera que tiene de poder formar parte del Cabildo. Después va a ver a Morata, que está gravemente enfermo, y le pide que firme unos papeles que le permitirán quedarse con su herencia. Él se niega, pero cuando Zúñiga le explica que si no lo hace será el pueblo, cabreado y hambriento, el que destroce sus cosas, Morata acepta.

Leandra necesita perder la virginidad para poder trabajar en la Mancebía, una de las pocas salidas que encuentra para sacar adelante a su hermano, y se acuesta con Valerio. Después va a la Mancebía: quiere comenzar a trabajar allí. Habla con Moreno, que la examina y acepta su solicitud de ingreso.

Valerio y Mateo van a ver a Pedro, un antiguo amigo impresor. Les explica que cuando descubrieron la lista de protestantes, la mayoría huyó a Ginebra, pero que él no tuvo tiempo. Mateo le pregunta quién está imprimiendo ahora, y él les dice que lleva mucho sin tener nada que ver con el movimiento protestante. Cuando los está llevando a ver a alguien que puede saber del tema, desaparece.

Esa noche Mateo vuelve a ver a la canina. Se emborracha y va a ver a Teresa, pero ella lo echa de casa. Zúñiga se lo encuentra dormido en el suelo y lo lleva con Monardes. El médico le dice que no tiene ningún problema de salud, que solo es la melancolía. Le da algo para dormir. Esa mañana, Mateo empieza a enseñar a Valerio a escribir.

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