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SPOILER VI

LEAN CON PRUDENCIA, VUESAS MERCEDES


Este artículo o sección ha sido procesado por La Hermandad y ha sido condenado por contener spoilers del Episodio 6. Sigan leyendo bajo su responsabilidad.
Si consideran que alguna información está mal situada, le invitamos a cambiarla.

“Se embarcaban los deshechos, los que aquí no tenían futuro. Esperando volver a empezar en el Nuevo Mundo.”

El episodio 6 de La Peste es el final de la primera temporada de la serie.

Al inicio, Zúñiga recoge unos baúles en nombre de Dresdner, que ha sido asesinado. Se reúne en el puerto con el Capitán Utrera y le da el pésame por la muerte de su hija Lucina.

Celso felicita a Mateo en nombre de la Inquisición por descubrir quién es el asesino y la identidad de Ledesma. Le informa de que Nubla fue abatido por la Inquisición cuando intentaba huir por los túneles. Le dan su bula de libertad y le promete dos pasajes para el Nuevo Mundo.

Pero Mateo sigue sin tener el caso claro. No entiende por qué un protestante como Ledesma asesinaba a otros. Celso le responde que lo hizo por poder y le dice que encontró dinero falso en los túneles junto con su Biblia del Oso. Al abrirla, encuentran números escritos en los márgenes y Valerio descubre que son nombres. Es un libro de cuentas. Están apuntados los nombres de Azuaga, Dresdner, el Capitán Utrera y, aunque intentan evitar que Celso lo vea, el de Zúñiga.

Tenían como objetivo sacar dinero por el puerto para apoyar a los protestantes en la Batalla de Flandes. Gracias a Dresdner, se llevarían las monedas sin plata que conseguía como tesorero de la Casa de la Moneda. La plata iría en los barriles de la fábrica de añil de la que se encargaba Azuaga y, ahora, su hijo Benjamín.

Pero los soldados de la Inquisición aprisionan al Capitán Utrera, a Benjamín y, pese a los intentos de Mateo y Valerio, a Luis de Zúñiga.

Teresa se reúne en la Sala de los Veinticuatro con el Cabildo. Les pide que la dejen dirigir su fábrica, pero ellos se niegan porque es una mujer. La obligan a cumplir sus órdenes o cerrarán la fábrica y la enviarán a la cárcel. Teresa, desafiante, les responde que si son necesarios tantos hombres para comunicarle eso.

Mateo logra entrar en la cárcel de la Inquisición para despedirse de Zúñiga. Su amigo le cuenta que le ha dejado todas sus cosas a la Corona para que sus propiedades estén asociadas a un reino, como si fuera un noble. Zúñiga le dice que han terminado de hablar y le pide que se vaya.

Teresa termina de pintar a Eugenia. Eugenia le dice que va volver a la Mancebía y le pregunta qué va a hacer ella.

La celebración del Auto de fe comienza con fuegos artificiales. Valerio y Mateo los ven y el joven admite que es la primera vez que no quiere ir. Esa mañana, Celso se reúne frente a los habitantes de Sevilla que se han agolpado para ver la quema de herejes. Por el camino, la gente tira comida a Zúñiga, al Capitán, a Benjamín y al resto de traidores de la fe. Después, los queman vivos en la hoguera.

Valerio y Mateo se encuentran entonces con el hombre de la cara manchada que los salvó en el Palacio de Dresdner. Les cuenta que Zúñiga le pagaba para que los protegiera. También quería que matara a Carmen, pero admite no saber por qué.

Deciden ir a ver a Carmen, que les confiesa que Ledesma no fue el asesino. Iban a quemar a su hermana por bruja y vendió a Azuaga para salvarla. Carmen le contó al Inquisidor que Azuaga se había reunido con Ledesma para dar un golpe a la Corona. Celso aprovechó el caso y manipuló a Mateo para saber quién era Ledesma y hacer una limpieza de protestantes.

Tras los descubrimientos, Valerio le pide a Mateo que se vayan esa misma noche de Sevilla, pero Mateo le dice que solo trae desgracias y que no quiere saber nada más de él, que solo es un bastardo.

Mateo se cuela en el Castillo de la Inquisición y entra en la Sala de los Secretos pero aparece Nubla y lo deja malherido. Celso le confiesa que, al estar protegido por la Corona, tuvo que inventarse el suicidio de Germán. Lo dejan en la calle, donde lo encuentran Arquímedes, Fernando y el resto de niños. Mateo les pide que avisen a Monardes, pero se limitan a robarle. Es entonces cuando llega Valerio y trata de salvarle la vida.

Mateo despierta en casa de Monardes, con el chico al lado. Hablan de que el brote de peste ha cesado debido al frío que ha llegado a la ciudad, por ahora.

Teresa y su Administrador llaman a Valerio para poner la fábrica a su nombre. Teresa será la que realice las gestiones y él conseguirá un empleo y una manutención. El joven firma como “Valerio Larrea”. Ya ha aprendido a escribir.

Teresa se reúne con Mateo e intenta apoyarle por la muerte de Zúñiga. Le dice que tenía razón, que Valerio es igual que Germán. Mateo le cuenta que ha decidido irse a las Indias.

Valerio va al puerto a despedirse de Mateo y le regala su libro sobre el Nuevo Mundo. Le confiesa haber aprendido mucho, pero que no sabe si es más feliz. Se abrazan y se despiden.

Aquí acaba la primera temporada de La Peste.

Curiosidades[]

  • Valerio firma el contrato para poner la fábrica a su nombre el 25 de octubre de 1597.
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